En los últimos años la bioacústica -rama de la ciencia que investiga, entre otras cuestiones, los mecanismos de transferencia de la información biológica por vínculos acústicos- ha experimentado un auge notable debido, en parte, a la facilidad de acceso al material que permite grabar vocalizaciones en el campo, al crecimiento de la ciencia ciudadana y a la aplicación de este campo en infinidad de proyectos de investigación científica.
Eloïsa Matheu, que fue una de las primeras personas en nuestro país que salió al campo con una grabadora y un micrófono parabólico, abrirá ante nuestros ojos ―u oídos, mejor dicho― un mundo rebosante de sonidos y nos enseñará a interpretarlos.
En la actividad «Los sonidos escondidos del Delta» visitaremos el carrizal que rodea los filtros verdes de l’Embut, un ambiente donde los seres vivos se oyen, pero raramente se pueden observar y donde, por tanto, las técnicas que usa Eloïsa son más que necesarias para la detección de los animales que viven en él.

