A finales de 2020, el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya y los centros de referencia en biodiversidad del país publicaron el informe sobre el Estado de la naturaleza en Catalunya 2020.
El informe nos explica en poco más de 100 páginas cuál es el estado de conservación de nuestra naturaleza y los datos no muestran un panorama muy estimulante. En los últimos 20 años, las poblaciones de los vertebrados e invertebrados autóctonos de los que se dispone de datos han perdido de media el 25% de sus individuos. La causa de fondo de esta pérdida de biodiversidad es un modelo socioeconómico que intensifica la obtención de recursos en determinadas áreas y abandona otras, que en el pasado habían sido utilizadas de forma más sostenible. Esta pérdida de individuos es superior al 50% en las especies que viven en ríos, lagos y marismas, al 30% en las de ambientes agrícolas y prados y al 10% en las de bosques y matorrales. En el mar, los datos disponibles indican una situación también desfavorable.
Este informe, análogo a los presentados por Naciones Unidas, la Comisión Europea y los países más avanzados, demuestra que Catalunya no es ajena a la situación de emergencia mundial por la pérdida de biodiversidad.
El informe representó la carta de presentación pública del Observatorio del Patrimonio Natural y la Biodiversidad de Catalunya, un espacio de colaboración llamado a convertirse en el ente de referencia para mejorar la organización, la integración, el tratamiento, la difusión y accesibilidad de la información sobre la naturaleza en Catalunya, evaluar su estado y orientar adecuadamente los esfuerzos de gestión. El Observatorio, como no podía ser de otra manera, tiene unas raíces profundas en la observación metódica y cuidadosa de la naturaleza y, por tanto, la labor regular de los participantes en proyectos de ciencia ciudadana es una parte esencial.